Un empate con sabor a derrota para la Sub 23
La bronca está a flor de piel. Y no es para menos. La Selección Argentina tenía todo para encaminar su clasificación a París, pero la falta de puntería y, sobre todo, la negligencia de un árbitro visiblemente localista como Augusto Aragón, conspiraron contra la victoria de la Sub 23 frente a Venezuela. El equipo de Mascherano debió conformarse con un 2-2 que complica sus chances en el cuadrangular y ahora deberá lidiar con dos bajas sensibles: Valentín Barco y Gonzalo Luján.
El desarrollo del partido
Javier Mascherano puso lo mejor que tenía en cancha, con un esquema 4-2-3-1 que le permitió al equipo sentirse cómodo, tanto con la posesión de la pelota como atacando los espacios que dejaba la Vinotinto. El partido no se quebró ni con el 1-0 de Venezuela (gol en contra de Leandro Brey) ni con el 1-1 de Argentina (cortesía de Carlos Vivas, también en contra). El quiebre llegó a los 45 minutos con una doble expulsión: el árbitro decidió dejar a ambos equipos con 10, echando a Barco y a Bryant Ortega por un encontronazo con la pelota. Una decisión exagerada que, tranquilamente, se resolvía con una amarilla para cada uno.
La polémica arbitral sobre el final
Pese a la baja importante, la Sub 23 se reacomodó en un 4-4-1-1, no sufrió, generó mucho y se puso en ventaja gracias a una genialidad del 10. Sin embargo, el equipo dejó pasar varias chances claras (una increíble de Gondou) y no supo liquidarlo. Con la victoria argentina casi en el bolsillo, Aragón decidió ser el protagonista y expuso su localía con tres jugadas clave. Primero, un foul inexistente de Quirós cerca del área. Segundo, un “penalito” cobrado a instancias del VAR por un manotazo de Luján a Rivas, típico de un forcejeo en el área. Y tercero, la no advertencia de invasión de área por parte de Venezuela en la ejecución. Un desastre. Con el 2-2 final, la sensación de injusticia fue total y la Selección abandonó el campo sintiendo que perdió dos puntos, no que ganó uno.
Messi, enfocado en el presente
Mientras la Sub 23 pelea por su lugar en los Juegos Olímpicos, el máximo ídolo argentino, Lionel Messi, habló desde Estados Unidos. Considerado ya por muchos como el mejor jugador de todos los tiempos, el capitán campeón del mundo y ocho veces ganador del Balón de Oro, cree que todavía tiene cosas por lograr. La estrella del Inter Miami dijo en una conferencia de negocios que ya habrá tiempo para reflexionar sobre su carrera, pero que esos días no llegarán hasta que se retire. Y dado que tiene un contrato vigente, eso no parece ser pronto.
El legado y el disfrute
“No es algo en lo que piense o que me preocupe”, dijo Messi cuando le preguntaron por su legado. “Cuando me retire, con el paso de los años, obviamente valoraré mucho más todo lo que hice en mi carrera y lo que logré profesionalmente. Pero hoy es el momento de seguir disfrutando y seguir jugando”, agregó el 10.
La vida en Miami y los negocios
Messi fue el orador principal en el cierre del primer día del “America Business Summit”, siguiendo a figuras como Donald Trump, María Corina Machado y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Fue entrevistado por el alcalde de Miami, Francis Suarez, quien le entregó la llave de la ciudad. “Es espectacular, mi primera vez viviendo en esta ciudad increíble”, dijo Messi. “El cariño de toda la gente desde el primer día fue impresionante… Estoy muy agradecido”. A sus 38 años, Messi sigue en la élite. Marcó 29 goles, la mejor marca de la liga, en la temporada regular de la MLS de este año, y repartió 19 asistencias. Sus 48 contribuciones de gol totales quedaron a solo una del récord de 49 establecido por Carlos Vela. Sin embargo, también reconoció que su mente, de a poco, empieza a pensar en la vida después del fútbol y sus variados intereses comerciales. “Lamentablemente, en algún momento, se termina”, admitió. “Quiero seguir aprendiendo… Para mí, se viene otra cosa, otro mundo, y de a poco me voy involucrando”.
